Nuestras Creencias

La doctrina que sigue la Iglesia Cristiana de Amor Abundante es sencilla: Seguir la Declaración de Fe de la iglesia.  La Declaración de Fe de la iglesia consiste de 10 puntos o secciones, los cuales están listados abajo.  Esta lista también se encuentra en la constitución oficial de la iglesia.  Al final de cada sección, hay al menos una citación bíblica que apoya esa sección.

Sección 1. La Inspiración Divina de la Biblia:     Los 66 libros que se incluyen en la Biblia Evangélica fueron escritos por autores humanos, quienes fueron inspirados plenamente por El Espíritu Santo.  Por tal inspiración, la Biblia es la Palabra de Dios.  2 Pedro 1.19-21

Sección 2. La Autoridad Final de la Biblia:     Como la Biblia es la Palabra de Dios, es la autoridad final que se usa para determinar lo que los cristianos deben de creer y como debemos de vivir nuestras vidas.   2 Timoteo 3.16-17

Sección 3. La Santa Trinidad:     La naturaleza de Dios se describe mejor por la doctrina de la Santa Trinidad porque hay un Dios, y Él existe como tres personas, Dios El Padre (a menudo referido en la Biblia como Dios, El Señor Dios, o Jehová), Dios El Hijo (quien es conocido también como el Ángel del Señor o Jesucristo), y Dios El Espíritu Santo.  Cada miembro de la Trinidad es plenamente divino.  Mateo 3.16-17

Sección 4. La Encarnación y el Nacimiento Virgen:     Dios El Hijo nació en la Tierra como Jesús de Nazaret.  Su concepción humana ocurrió cuando El Espíritu Santo vino sobre María, quien era virgen y la madre humana de Jesús de Nazaret.  Lucas 1.30-35

Sección 5. La Provisión de Salvación por Cristo:     Jesús de Nazaret es el verdadero Mesías judío o Cristo.  Él ha provisto salvación para todos los humanos por vivir una vida sin pecado y por morir en la cruz por los pecados de la humanidad.  Hebreos 9.13-14,28

Sección 6.  Como Estar Bien con Dios:     La manera principal para que una persona esté bien con Dios y vaya al cielo es por aceptarle a Jesucristo como su Señor y Salvador.  Las únicas personas que están automáticamente bien con Dios son los que no tienen la capacidad de aceptarle al Señor Jesús.  Tales personas incluyen bebés que no han nacido, niños pequeños que todavía no tienen la habilidad de entender lo que El Señor Jesús ha hecho para la humanidad, y gente que sufre de condiciones, como el síndrome de Down, de una forma que le previene de comprender el sacrificio de Cristo.  Gente sin la capacidad de aceptarle a Cristo como su Señor automáticamente va al cielo si se muere.  Juan 14.6

Sección 7. La Aceptación de Jesucristo como Señor y Salvador:     Para aceptarle a Jesucristo como su Señor y Salvador, una persona tiene que confesar con su boca que Jesucristo es El Señor y tiene que creer en su corazón que El Padre le levantó a Cristo de los muertos.  Él o ella también tiene que arrepentirse de sus pecados, lo cual significa que tratará lo mejor que pueda para andar en santidad por no repetir habitualmente los mismos pecados.  Cuando una persona le acepta al Señor Jesús, se vuelve “salva” o “nacida de nuevo.”  Romanos 10.9-10; Hechos 17.30

Sección 8.  La Resurrección, Ascensión, y Segunda Venida de Jesucristo:     Después de morir en la cruz, Jesucristo fue resucitado de los muertos por El Padre.  Pasó 40 días en la Tierra con Sus discípulos, y entonces Él ascendió al cielo.  Volverá a la Tierra por vez segunda, pero esta vez no vendrá a sufrir, sino a reinar.  Hechos 1.1-3,9-11; Apocalipsis 19.11-16,19-21

Sección 9. La Relación de la Iglesia con la Sociedad Secular:     La sociedad debe de ser justa para cada persona, incluso los que no han nacido y los ancianos, sin importar sus trasfondos o creencias.  Mientras que cada persona debe de poder prosperar en la sociedad y los cristianos deben de procurar mostrar amor a toda persona, nuestra iglesia no apoya comportamientos que están en contra de enseñanzas bíblicas.  Por esta razón, el matrimonio, por ejemplo, sólo puede ser entre un hombre y una mujer.  Romanos 1.24-32; Mateo 5.43-48; Hechos 10.34

Sección 10.  El Bautismo en el Espíritu Santo:     Cuando una persona se salva, El Espíritu Santo viene a vivir adentro de él o ella.  Sin embargo, inmersión o bautismo en El Espíritu Santo es una experiencia separada de la salvación, la cual está disponible a cada creyente.  La evidencia del bautismo en El Espíritu Santo es hablar en lenguas.  Hechos 2.1-4; Mateo 3.11